Desde que llegaron a hacerme compañía
cambiaron mi vida dándole alegría
aunque de pequeña no siempre reía
al verlas a ustedes sí que me divertía.
Con cada una el trato es muy diferente
desde antes, y creo que para siempre
porque encierra cada una algo en mente
que en todo momento lo tengo presente.
Aún pequeña las veía como mamá lo hacía
quería cuidarlas, atenderlas y no podía
un par de veces tuvieron algunas caídas
porque me faltaba fuerza no la tenía.
Jugábamos poco solo cuando podíamos
nos faltaban juguetes pues no teníamos
pero sobraba talento cuando queríamos
reír, soñar y simplemente lo hacíamos.
Ya de grandes todo se fue complicando
en eso de grandes, solo estoy bromeando
los horarios y rumbos fueron cambiando
haciendo difícil estar siempre hablando.
Es difícil a veces decirnos muchas cosas
pienso que mejor sería un par de rosas
aunque para nosotras que somos revoltosas
nada de eso nos hará ser más melosas.
Hoy me dí cuenta que realmente no las quiero
lo que siento por ustedes es algo más sincero
tiene que ver con un sentimiento más etéreo
como el aire que respiro, solo sé que será eterno.