Eso pasa cuando te veo,
en el momento de mi mayor tranquilidad, llegas y te robas mi aire.
Me comporto como niña, no sé lo que digo,
de repente sonrío sin pensarlo.
Parezco tonta, lo sé,
pero verte sonreír me hace feliz.
Dijiste mi nombre
y en tus labios descubrí que sonaba mejor.
Te di un abrazo y no quería soltarme.
Temía verte a los ojos
pues verías mi alma sin cerrojos.
Te evitaba y me hacía la dura cuando te acercabas.
Mi cuerpo sentía tu fuerza
sin siquiera tocarme.
Trataba de decirle a mi cabeza,
\"no te doblegues, no caigas en la red de los hombres otra vez\"
Quería tenerte cerca, mirar tu calma al dormir,
apreciar cada parte de tu hermoso cuerpo y
atraparlo en mi memora hasta este momento.
El instante en que partiré llena de miedo por no hablarte.
perder la oportunidad de conocer tu corazón, y sobre todo,
el escapar de tus pensamientos igual que las nubes se van del Sol.
Marlon Pérez
Febrero 2018