Volar, abrazada a la luna azul
tan cercana e inspiradora,
abarcando con alas,
alas de viento
de luz, de ecos...
el aire preciso,
me acerque tan sólo a
respirar junto a tus alas frias.
Acaricio el reflejo del luminar
bajo tus ojos que ya no me miran,
la ausencia me hiela,
las olas arrastrándose mansas
hacia la arena.
El aire, me aleja de la luz enturbiada
Correr, volar juntos,
alimentados de serena alegría!
si fuera así,
ya sólo creciendo de espaldas
al árbol de la vida
que dejó sus frutos alejados de mí.
Volaba cerca del cielo
en los pétalos de la flores
bebiendo el rocío fresco de la mañana,
vestida de la desnudez de los días
que parecían prometedores
te lancé mis caricias de seda.
Volé, volé demasiado rápido
atravesé los valles de la infancia,
la senda ajardinada del alma,
todo era poco
te entregué un castillo lleno de flores;
y nada, sólo me llegó su aroma,
todo giraba alrededor
de una palabra
de un suspiro
de una mirada
de una sonrisa,
de mi calor
que todo era para ti.
Todo te lo entregaba.
Mi pequeño corazón
que nadie más que tú
gobernaba.
2-2-2018