Nunca me quisiste,
ni la mitad de lo que me dijiste...
ahora que estuviste con otro;
te ha dejado el corazón roto.
Te entregue todo de mi,
mi corazón, mi alma, mis versos...
te mostré mis sueños,
mis aspiraciones... mis miedos.
Nunca me quisiste...
y que hayas estado con él me lo confirma,
a él si le entregaste toda tu vida,
o sea también... parte de la mía.
Fue tan fácil remplazarme,
mi alma destrozaste...
a tal punto de querer dejar de escribir;
pero no, esta fue mi arma para sobrevivir.