Si alguna vez te pasa; que sientes una frase
que te recorre y llena tu pelo de lágrimas
de un amor añejo
Que sube por tus sueños y ahí baraja
entre sus mil recursos, el más bello
y te lo enreda en el cabello
y se cuela y estremece tu espalda baja
Una palabra que suba por tu cuello
para tomar con vértigo
el tobogán que le deposite en tu pecho
y se enrede en la gavilla de trigo
que tu femineidad guarda celosa
sobre las columnas de fuego
que sostienen tu altivez hermosa
Y si esa frase se enreda en tus dedos
y se mete en tus sueños
cuando te tocas sin querer el pecho
y despiertas pensando una frase
que revelándose dice “te quiero”
no tengas miedo, no mata
a mí, me pasa todo el tiempo