Siguen en mí éstas horas
sin borde ni abismo.
Estoy con la luna sobre el rostro.
Te veo con las humedecidas gafas.
Tengo a las abejas zumbando
Y Selene no se esconde.
Verás, todo son versos de aire,
De tiempo muerto y de muerte.
Que agonía es querer mis manos llenas
Y que el sueño se derrumbe...
Otra vez mis gafas plenas
De luna, de abejas, de muerte y penas.