Todos tenemos sueños, buenos o malos, grandes o pequeños, a colores o en blanco y negro,
En todos los idiomas, en todas las edades, sin importar raza o sexo,
Todos, sin excepción, tenemos sueños...
Pero, en algún momento de nuestras vidas, por alguna razón desconocida,
O quizá conocida, sin mirar hacía atrás, sin pena ni remordimientos,
Dejamos de luchar por ellos...
Qué no empuja a esto? Por qué dejamos atrás todo ese entusiasmo
Y todo ese empeño que poníamos para conseguir hacer realidad ese anhelo?
En qué momento dejamos de pelear, como un pez que, habiendo mordido el anzuelo,
Deja de luchar por liberarse y se entrega, ya sin pelear, a su destino incierto?
Es la vida real! Nos decimos una y otra vez, para justificar nuestro comportamiento.
No vives de sueños! En la vida tienes que comer, conseguir éxitos, si quieres
Seguir viviendo! Y todo eso, todo eso, no se compra con sueños! O con solo deseos.
Todo eso se consigue con Dinero!
Cuantas veces he escuchado esto... Y tantas otras he querido hacer oídos sordos
Y seguir bregando por mis sueños, seguir soñando, seguir disfrutando de ellos.
Pero...
Siempre hay un pero. Siempre existe el miedo a lo desconocido,
Siempre existen las voces \"amigas\" que te dicen: cuidado!
No vayas a caer en ese precipicio, no te vayas a lastimar!
Recuerda que muchos ya han caminado este sendero...
Y es el sendero más conocido y más seguro a aquel
Que quieres tomar. Es mejor seguir a la manada!
No seas ingenuo, que de soñadores, están llenos los cementerios!
Es tan fácil seguir viviendo. Es tan sencillo mantenerse fiel a la cadena
Que nos ata a nuestro sublime cautiverio. Es tan simple ser dócil
Y hacer lo que nos indica el domador. No habrá castigos, no.
Tendremos recompensas al hacer todo lo que nos dicen, y quizá un halago,
Y hasta quizá, un pequeño y cariñoso gesto, si no intentamos liberarnos
De esa pequeña cadena, que nos ata a nuestro sublime cautiverio...
Podré romperla algún día? Si tiro con fuerza, cederá a mi intento?
Será tan fuerte el domador, que logre vencer a mi esfuerzo, y atarme nuevamente
A esta amable cadena, que me sujeta a este pequeño madero?
No puedo creerlo! Se ha roto, a un mínimo esfuerzo!
El domador ha huído despavorido!
Allá voy, mis sueños! Soy libre nuevamente, esperen por mí
Que ya estoy corriendo...