Francisco Urrea Pérez
Para teñir con su sabor el alma
Un café para el encuentro
Un café, en un viejo café de la vieja Candelaria
Un café con sabor a calle angosta y a bufanda
Un café negro y cargado; humeante,
al lado de una cámara fotográfica.
Un café para abrigar la palabra
Y el aroma del café, todo su aroma,
en la bella Bogotá Cachaca.