Te sigo, porque tu aroma me llama
Porque el viento me dice tu nombre
Porque está escrito: para la mujer el hombre
Porque es mi alma la que arde en tu llama.
Porque mi corazón traza un rumbo cierto
Porque mis ojos vierten causes en tu ausencia
Y esa rosa alada mis velas inflama
Para arrancarme de estas islas del desconcierto.
Te sigo porque tu nombre está grabado en mi signo
Te sigo porque tu amor es mi único camino
Y porque en amarte encuentro un verdadero aliento.
Te encuentro en cada siglo, en cada astro
En cada creación sublime de Natura, te adivino
Te amo porque es mi más sagrado alimento.