BorjaFreinan

El vals de los corazones rotos

Nos perdimos entre las velas, entre los aplausos, entre el vocerío pero cada vez que nos mirábamos a los ojos nos encontrábamos.
Un, dos tres... un, dos, tres...
Y seguías moviéndote, seguías siendo un torbellino de luz que se alzaba entre las escuetas sombras de este gran salón.
Un dos, tres... Un, dos, tres...
La melodía palpitaba como un corazón enamorado, como en el preludio de un amor, de un amor desesperado. Una dulce melodía nos sacudía, ella nos hace bailar y nos guía, en esta noche donde no hay esperanzas perdidas
Un, dos, tres... un, dos, tres...

El morado vino corre por las blancas camisas. Y las damas se dejan seducir por caballeros beodos , temblaba cada ventana y por la chimenea salían notas musicales posándose en oídos nerviosos...

Todos bailan buscando no merecer el infierno, buscando la fugacidad de un amor nocturno. Todos buscan que le den todo pero al volver del baile se encontrar envueltos en opaco aire, escudriñando su propio corazón en tierras de nadie, dónde no hay amor. Sólo unos pasos y un ritmo, escritos por medio de vasos repletos de vino tinto, sensaciones distintas, que escribe una ponzoñosa tinta.