Juan A. Cisneros

Tiempos

Qué injusticia esta

la de quedarse solo,

y ver todos mis futuros morir.

 

De tener tantas palabras en la boca

pero sin alguien que conmigo

dulcemente las quiera sufrir.

 

Después de todo,

la compañía no es una regla,

una orden divina

ni una necesidad científica

 

sólo es un delirio

y la última elección

de los que no dejaron de sufrir.