Confúndeme ahora con los cantos
que a tus vísperas alegres llegan,
en los poemas que tus manos legan
enciérrame en armados calicantos.
Llego tras la cítara sonante
requinto de golondrinas a pleno vuelo
voy tras tu tañir cuando me elevo
vuelvo en torno tuyo anhelante.
Hermosa rosa esta la que orquesta
al son del viento la miriada
de pájaros cantores a tu diestra.
Será tu pecho balaustrada
que contenga total la algarabía
de este corazón mio a tu siniestra.