Abrazando el recuerdo con anhelo
me sorprende la noche sin Morfeo,
y caminan con leve coqueteo
mis dolidos instantes de desvelo.
Con las manos abiertas excarcelo
los momentos que colme su deseo,
y sus besos fingidos de Romeo
sin pensar los despido de mi cielo.
Con el alba se marcha mi velero
va cargado con llanto ya vencido,
y su rostro del alma lo libero
y a los vientos arrojo lo vivido,
de malezas despojo mi sendero
y sepulto su amor en el olvido!