Vaivén de ilusiones,
confunde la razón de quienes otrora
rechazaron impropios corazones,
parece fría, parece tierna,
con ademán despreciativo
ilustre en su bailar,
no hay quien siga su compás,
la llamativa rosa de mil olores,
fuente desprende llanto y dolores,
la señorita tan pizpireta,
quien abraza cual dulce semblanza,
entre venganza y emociones.