-No es como te miro, sino cuantas veces te miro-
Al giro de la cabeza
en cada idea, en el camino…
Al destrozar el silencio de ese espacio vacío
En la alborada y la desazón del espejismo
Cuando me traga la noche o
me arrastran las largas horas que tiene mi día
Te miro en cada esfuerzo…
cuando vivo y enmudezco el grito
en el brillo opaco de mis ojos
o tus momentos
que no son míos.
En el impulso ciego de encontrarte
cuando otras manos se avecinan
Vagando en la sequedad del valle sin rocío
Al nacer el alba, cuando te agredo y no olvido
en ocasiones
cuando no sucede nada, aún te miro.
Enero 2018