Ella... mi niña....
Mi cómplice perfecta.
Revolucionaria, libertaria, enojona...
pero cuando el sol se va sumergiendo en lontananza,
regresas a los brazos que te cobijan
y te empapas de paz, de tranquilidad, de ternura...
cambias el camuflado de batalla,
por el tibio pijama de osito
y descansas tu cabecita inquieta,
en la soledad enmudecida de tu cuarto...
tu niñez, aun presente, se apodera de ti
y te acunas en el madrigal tibio,
que un dia vió partir a su niña,
sin rumbo fijo...
Ron Alphonso
28 de enero de 2018