y el odio sigue avanzando
en la frontera eterna infinita
un odio cobarde
odio al que muere sin nada:
cajón vacío
odio al compañero débil
al esclavo de su historia terrible
odio siempre hacia el sur
aunque el sur sean nuestros pies heridos
sangrantes
morados hinchados la ampolla
que explota ardiendo la llaga
que quema y vive
el grano invencible.