Valses
lisonjeros
como olas persiguiendo sombras
se aprendieron sus calles
marcadas de poesía
sus balcones serenatas
sus esquinas de juglares recuerdos
sus escalinatas de anheladas esperas
Las arboledas
repletas de morichales
aguardan el beso enamorado
En sus techos rojos
felinos en celo
negados al olvido
como sempiternas corales
evocan al poeta