En la luna llena… ahí te espero…
ahí donde guardo los besos que no te dí
dónde escribo los poemas que no recité,
las caricias que me guardé
y mis deseos truncados.
Ahí… donde todos pueden verlos
y también desconocerlos.
Te espero en el viento…
en la brisa de la mañana
que guarda en susurros,
los te quiero que no te dije
para que te los cuente al oído,
cada vez que toque tus cabellos;
para que se pose en tus labios
haciéndote sentir los míos
tan sedientos de tí.
En la sal de mis labios,
la humedad de mis ojos
en el torrente de mis venas
en cada espacio de mi mente
en el brillo de las estrellas
y la cola de algún cometa,
o tal vez en algún remoto planeta,
deseoso de tí, urgente.
Ahí te espero...
donde tu alma se junte con la mía
donde nacen las profecías,
donde se juntan la noche con el día
más allá del horizonte,
más allá de esta vida
donde soy enteramente tuyo
y tú eternamente mía.
Ahí te espero… en la eternidad...
Ahí donde desde siempre te amo…
desde donde siempre te quiero...
-. Par