Hoy has vuelto
a la casa que cobija
tus rezongos y alegrías.
Has pisado con paso firme
el piso descalzo
que te abriga en un instante
con los brazos del viento
que entra tibio por la cocina
que mira tus ojos
de perfecta ama de casa
de madre de todos los sentidos.
Luchas sin freno
a los males que te aquejan
al dolor y la realidad
que hoy te toca soportar.
Has venido
lentamente a mi alma
a sanarla y llenarla de alegría.
Motivas mis mañanas
haces el sol con tus pestañas
agua clara en tu garganta
fina y sedosas
manos de obrera
que de ejemplos
nos va llenando el alma de vida.