Santiago Miranda

De-privaciones (o cumpliendo la condena de ser recluido a mí país)

 

No temo tanto al hambre como a su ausencia
Y no me sorprendo de quedar sin sueldo
Al día 5to del mes;
El alimento es caro, el transporte es caro, la vivienda
Ya te imaginas el resto; hay préstamos y bancos
Y hoy parece ser el último día
En cuál endeudarse es necesario
Y unirse a la fuerza al comité central del credo
Todos son adeptos, casi sin tenerlo claro
Del monoteísta sin cuerpo abstracto, llámenle dinero
O infinitas posibilidades, llámenle cadenas
Así suenan durante el día en que nos movemos
Y los sueños nocturnos nos liberan, un rato
De la dura música del esclavismo y esta religión
Fortaleciendose cada día más por desunirnos; tú tienes más
Yo menos, tú tienes menos y menos, más menos poco o nada
Ambos tenemos, esperanzas, quizás por sobretodo miedo al cambio
Y el calendario es funcional en tanto marca uno o dos días
Libres por semana y un festivo religioso trabajado
Al mes se nos regala; el día de pago
Y un día más ensoñado que acabará con la miseria:
Ganarse la lotería, o el juicio final en la espera
Hay alcoholes; baratísimos, casi regalados
Hay sustancias placenteras, efímeras condenas, perpetuas
Hay arte y en ponderación este es escaso
Hay distracciones, pantallas por todas partes
Hay mapas, gráficos e indicadores que no llevan
A ninguna meta, no hay, sino el incesante vaivén
De la moneda, de lo que gana un puñado de inmorales
Dueños de fundo, agentes parasitarios, limpiando su status
Manchado con sangre todo el tiempo, se hacen llamar estrellas
Cómo si no vinieran del infierno más cercano
Y hay campeonatos de fútbol todos los años, mundiales
Cada 4, no hay ciudad sin iglesia: sus acciones
Tienden a la baja, ahora la internet la lleva y su banda ancha
Hay pornografía gratis, hay redes sociales que te atrapan
Hay aguante que nadie tiene claro dónde saca
Todo el tiempo, la vida entera, como de un pozo
Profundo enterrado donde debiera estar el corazón
O los sentimientos, hay canciones enterradas en el tiempo
Para pasar los malos ratos (los primeros 65 años
Antes de la jubilación legal) paciencia, afuera
La tercera edad va trabajando, la pensión no les alcanza
Para mantenerlos siquiera mas allá de la línea en la pobreza
Hay belleza afuera, dependiendo del gusto
Jóvenes o muchachas, cosas que mencionar no quisiera
Repito, hay para todos los gustos, más allá
Hay cárceles para el exceso de fantasías que se cumplieron
Pero aquí no se es más libre, ni en pensamiento ni en el acto
Su gente rehuye a ver el mundo sino a través de otros medios
Pantallas, diarios, radios, rabias
Hay pensamientos idiotas; la primacía
De la tenencia sobre-la-vivencia
La acumulación como vía salvadora
Hay malas bromas, toda la historia
De una patria que ha reventado los cañones contra el enemigo:
Su pueblo desarmado y los ignorantes
Dirán; es culpa de los inmigrantes, los pobres
Que no trabajan sino para sobrevivir cada día
Los comunistas que quieren todo gratis, a través de los impuestos
Que todos pagan, o los que quieren educación o pensar
Un poco más, un poco más que nada, un poco más que 0
Y los que desconocen cada día más los días
Más al mundo dirán; son culpas del sistema
Economíco, ideológico, ergonómico, cultural:
El sistema no dirá palabra alguna
Gruñirá, Sino a través de los órganos oficiales
Y es el mal que se deja ver por las rendijas:
Avaricia, avaricia en todas partes pareciera ser
La piedra sangrante en la que se fundó este país o latifundio
Medieval, este campo de flores concentrado
Otra granja humana al fin del mundo
Encajonada entre cordillera, desierto y mar
Y si quieres huir tienes todo un océano
Que observa impasible y pacifico el hundimiento terrenal
Lánzate quisiera decir en cada ola, sal de ti
Al otro lado ya hay misterio y duda