Fabio Asis

Críptico Uno

Aúlla el hambre de tanto lobo

y nunca nadie mordió a la luna.

Así la noche,  mece en su alma, secretos de sangre que no es.

 

Como no imaginarme otro,

en este cielo negro, en esta ciudad vacía

mi canto de sol y de pueblo

mudo deshabita

quien soy.

 

Después de tanto,  jamás de todo,

he despertado vivo, en la mitad de mi muerte.