**Anhelante
Después de tanto tiempo
se posaron en sus labios
suaves como el terciopelo,
los besos que tanto
estaba esperando,
en esa mañana fría
la despertaron en silencio,
fueron tan tiernos
fueron dulces y sinceros,
fueron fugaces
como un soplo de viento,
fue con toda esa magia
como si la besara un lucero,
y con el resplandor de la aurora
quiso detenerlos,
pero entre sus labios
poco a poco se fueron perdiendo,
hoy los busca anhelante
entre su rostro y el cielo,
dejando su boca entreabierta
con una sonrisa
por si volvieran de nuevo,
y se pregunta
¿De donde vinieron esos besos
¿que tan cálidos fueron?
¿A pesar que la mañana se sentía fría, de puro invierno?
Elena ©