Oigo tu luz
Apacible tu voz que aún recuerdo,
cuando escucho la luz
que entra desde el cielo,
y se disipa el miedo y la tormenta.
Y todo se llena de ti...
en esta ausencia.
Atomos en forma de tu luz,
de tu presencia,
átomos
en forma de tus recuerdos,
y tu esencia,
que iluminan
tu alma descalza
en la mia,
dejando huellas
de ti
que en el cielo titilan...
Recuerdos
de cuando me eras trigo,
rosa perfumada,
calor y abrigo.
Mas yo creyéndote eterna
y tú me iluminabas
languidecida y triste,
lejana y cabizbaja.
Cuando la vida
era fragmento de
navaja.
Y yo, que no,
que nunca te irías
de este universo
y tu flotando inquieta,
danzando con tu luz
en la rima infinita
de mis versos.
Te escucho…
oigo tu luz.
A mama nieves. (C) 2017
C Banks