Los valses y el campanario insinúan melancolías
reminiscencias de hondos recuerdos
Taciturnas como oasis errante
huelgan las palabras
aletargadas caminan su vientre
andanzas perceptibles marcan la huella
Caudaloso engulle despedidas que se desvanecen
Bajo las últimas trazas de luz
vamos dejando solo el malecón