Toda la vida fueron esclavos,
esclavos de la rica minoría
lavaron trastos sucios y malolientes
a cambio de una mísera dádiva.
Y hoy que son libres de trabajo
que pueden disfrutar de sus vidas
se sienten más esclavos todavía,
esclavos de su propia vida.
Los años,el cuerpo y la mente
les juegan una mala pasada
no pueden disfrutar de ese tesoro
acumulado en tantas madrugadas,
pensemos entonces en la vida
vivirla y disfrutarla cada día.
NB