Mira bien, antes de hablar,
si lo que vas a decir
es cierto, en primer lugar,
pues no se debe mentir
salvo si es para ayudar
a quien se siente infeliz;
sopesa si tu verdad
al oyente puede herir
o a algún tercero dañar,
si te vas a arrepentir
del mal que puede causar,
si el dolor que hará sentir
no es fácil de perdonar;
además, has de medir
si es de alguna utilidad
cuanto tienes que decir,
o es solo hablar por hablar,
si vas a poder, en fin,
el silencio mejorar,
sin que quepa concluir
que siempre es mejor callar;
un refrán viene a advertir
que callar es otorgar
y a mí me cabe añadir
también, para terminar,
que si el verbo puede herir
puede un silencio matar.
Vital saber discernir.
© Xabier Abando, 27/12/2017