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Es un desprecio,
es una insinuación de disgusto,
es la interjección ¡bah!,
¡bah, qué destino el tuyo!,
cuando se siente en el corazón,
cuando lo digo sin ninguna razón,
¡bah, qué suerte la de usted!,
¡bah, qué sonrisa fatula!,
¡bah, qué siniestro percance!,
cuando se abre el silencio,
de un sabio instante,
cuando la interjección ¡bah!,
¡bah, y qué manera de insulto!,
cuando no finge una forma extraña,
de ver las cosas por el mero hecho,
de creer en lo que no se cree,
¡bah, y qué forma sin amar!,
cuando se da la manera sin dar,
lo que es un ¡bah!, de mi boca,
cuando no quiero que te vayas sin un jamás,
por la forma ¡bah!, de a tí amarte…
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