Desde diciembre hasta hoy
voy marcando el calendario,
para inmortalizar los días
de mi libertad, ¡robados!
Ya he pintado muchas cruces,
pero no las he contado...
sólo sé, que siete meses
más unos días pasaron.
No me llega la noticia
que aun sigo esperando,
de esta puta justicia
que sin piedad me encerraron.
¿Qué está esperando esa juez?
¿Qué está haciendo mi abogado?
¿Todavía la policía no vio
que se equivocaron?
...¡Ya no puedo más!
Me derrumbo lentamente.
No tengo ganas de hablar
y me evado de la gente.
Tampoco quiero comer,
he perdido el apetito.
No sé lo que quiero hacer,
¡sin tener ganas escribo!
Los días son aburridos,
eternas pasan las horas,
intento encontrar cobijo
para poder estar a solas.
No deseo hablar con nadie,
mis problemas me los trago.
Mi cerebro está que arde
de este estrés que ahora paso.
Echo de menos la calle,
añoro la libertad
que esta injusticia me invade
y no consigo escapar.
Escribo este poema
desde el chabolo que estoy,
al escribir me doy pena
porque ya no sé quien soy.
Huelva 18 de Julio de 2016
Ermanué (c)