El frìo azota el ambiente ,
pero en la calidez de tu corazòn ,
me alimento de ese bello amor ,
que me sabes entregar .
Y yo bendigo esta iluminada estancia ,
que me guìa en los momentos oscuros
de cansancio , renovando mis energìas
y la gracia por el vivir .
Que soplen las ventiscas ,
porque tu refugio , son mis brazos
y besos que nunca te faltaràn ,
y asì como beso tus labios ,
te beso toda , como la diosa de mi amor .
Gocemos esta vida , que nos ha reunido ,
en un momento en que nuestras almas ,
se han sabido identificar , en el recuerdo
lejano que nos une , desde que empezamos
a viajar por las vidas del aprendizaje .