Destilar dulce de una melodía
eleva mi alma en alto y raudo vuelo.
Alejado de doloroso suelo.
Mi vivir es plácida sinfonía.
Déjenme yacer en notas etéreas.
Respirar profundo la paz que anhelo.
Extiéndase mi plectro en este cielo
cubierto de nubes grises y férreas
Solo soy un suspiro del destino,
un granito de arena en el camino,
un nudo perdido en el puro lino.
Morir quisiera en brazos de la musa.
Agonizar entre prosa difusa.
Ser poesía de amor inconclusa.