Febrero.
como si hubiera muerto en primavera,
y resucitado en invierno.
Salgo del desierto como profeta sobre la tierra.
Piedra, pitera y almendro.
Las flores se enfrían en mi piel quemada por el hielo.
Parece que hubiera andado por el cielo
y estuviera fuera del tiempo y de lugar.
Reconozco las montañas y los valles,
A las flores y a la nieve sobre la tierra seca y cálida.
Está en mi el gemido de las abejas,
la herida de la escarcha sobre las lagartijas.
Mis pequeños alacranes tienen nieve en sus dulces aguijones
La araña y la palmera se esconden entre sus redes y sus hojas,
acribilladas por el frío.
Y el hombre palidece misterioso tras los cristales.
Amigos míos,
mañana el sol será abrasador.
Volverá el viento del desierto.
El tiempo es un legado berebere en Vall d´Uixó.
creerme.
EL que tenga Fe en mi, no tendrá frío.
Angelillo de Uixó.