Estoy cansada de la sociedad acelerada en la que existo.
Vivo entre cadáveres que se pudren un poco más cada día, entre armazones huecos, entre gente llena de vanidad y superficialidad,entre gente que teme a la realidad, gente que tiene miedo a pensar.
En la sociedad en la sociedad banal en la que vivo, el inteligente es tachado por loco y el miedoso es considerado un héroe.
Vivo rodeada de cobardes, gente sin agallas o escrúpulos.
Es de cobardes evadir conversaciones profundas que te dejan con el sentimiento de presión en el pecho, porque el corazón se estremece, se hace chiquito.
Es de cobardes no permitirse detener la vida un momento y pensar en el significado oculto de las cosas, personas y de las acciones que se esconden tras de ellas y en su lugar, quedarse con el significado literal con tal de no afrontar la realidad, que no es dulce, pero amarga.
Loco aquel que piense, se instruya y también argumente. Loco aquel que sueñe, inspire y haga. Loco aquel que desafie las normas establecidas por la sociedad. Loco aquel que sea extravagante, loco aquel que sea diferente. Loco aquel que imagine y cree. Loco aquel que no se deje, que no se rinde, no se canse. Loco aquel que sienta y diga. Loco aquel que este vivo y no solo exista.