Qué hermoso ser poeta, y encontrar
La palabra justa, metáfora perfecta
Que describiera en cánticos celestiales
Alegrías o tristezas, mi cielo y mi mar
Descritos en verso y prosa selecta,
Que abrevara en tus manantiales
Pero notas, que se niega la palabra
Cuando me embriaga tu mirada
Y el verso y la métrica se rompe
… conjuro mi mejor “abracadabra”
Para describirte mágica, iluminada
Pero siempre, tu sonrisa lo corrompe
Matadora cruel de rima y versos
Con ese dejo, que tan bien te queda
Mirándome como si fueras a llorar
Y luego, como un diablillo perverso
Tu pelo en mis manos se enreda
Y el beso es cosa de nunca acabar…
Ahh, ¡Qué hermoso sería, algún día…!
no sentirme de tu cuerpo, poseso
y fingir que soy bello, tierno y bueno
Aunque… también ha de ser poesía…
el completar la rima con un beso…
y dejarlo claro y límpido en tu seno…