Déjate llevar por el mágico contacto...
que poco a poco va tocando y conquistando
cada fibra de tu ser.
Deja que cada gota de amor bese reverente
cada rincón del templo divino que inspira en
ti el más profundo placer.
Déjame sentir el livido erdiente con dulzura de miel,
ese que como tempestuosa lluvia emerge frenético
y se estrella contra la pasión que eriza mi piel.
Siente que mis besos y caricias avivan un fuego
donde se queman tus temores, limites, reparos
verguenzas y sinsabores.