Despues de algunos años de vivir la intensidad del amor, habia comprendido una gran verdad y una sensible fortaleza, no habia amor que tiempo no cure, no habia herida que el tiempo no cierre, no habia polvo que viento no sacuda. Salvo ya saben en la luna y esos grandes amores ,pero esos de verdad de los que te calan el alma, pero me resisto a hablar de estas salvaguardadas excepciones porque mucho lo he hecho en el pasado ,y me interesa partir de esos otros amores, intensos, efusivos corajudos y jovenes que nos azotan y nos dejan temblando, que nos hacen sentir que jamas podremos sobrellevarlos o darles lucha de rauda indiferencia, porque nos entregamos completamente, pero nunca sobra el dia que te encontras cara a cara y las cosas no son como antes, quizas mas que amor se parezca a la obsecion, pero llega ese dia y ya no te tiemblan las manos, ya no te duelen los secretos, no te interesa que se quede por la taza de cafe ni que te mire con amor, a veces solo queres que se vaya, y quizas ahi te convertis en el otro, el que enamora con total indiferencia. Quizas ahi te ves del otro lado, besando sin ganas cuando antes esperabas dias enteros por un beso de esos labios, y la cosa tambien se pone buena porque te miras con simpleza sin grandes pretensiones, con una sonrisa mas que amante amiga y te cantas las verdades y te reis en silencio para adentro porque sabes que la persona que imaginaste es mas humana de lo que crees, ya no te sorprende y azota como respira, ni sus ojos cuando pide calor, ya solo sos vos frente a una persona, una amiga. Salvo siempre las excepciones en que las cosas quedan medias confusas y existen retazos de rencor, salvo excepciones me parece sano y enriquecedor terminar y cerrar etapas, siempre que se pueda.