walter rafael aguero gomez

En el desierto, ante la desolaciĆ³n.

Miro alrededor,

reina la desolación

de cada rincón brota el duelo;

me hundo en la angustia.

Observo,

seres multicolores

que como lobos hambrientos,

se devoran unos a otros por el poder.

Escucho,

como brotan de sus labios,

paradigmas cerrados

que construyen una casa sin ventanas;

simples convenciones

que paralizan la verdad.

Me cobijo bajo un árbol,

su sombra

me envuelve con amor;

mientras sus ramas,

refrescan mi cuerpo.

Las aves con ternura

lo aseaban,

adornando sus frondosas ramas

con sus nidos preñados.

Guiado,

por la brújula de la comprensión,

puedo arropar a mi prójimo;

en especial,

a quien me maltrata.

El inhumano

que ha dejado en la orilla del camino

el afecto y la solidaridad,

actuando ahora con crueldad;

me paraliza;

pero,

el amor es reacción en cadena

que transforma mi existir.

La inteligencia divina,

me da el conocimiento

para superar la inclemencia.

Cada amanecer,

es página en blanco

donde escribo lo inesperado.

Puedo lanzarme

desde cualquier ventana

para borrar lo vivido;

pero hoy,

trazo aquello que nadie vive;

recupero mi vivir a plenitud.

Soy cocreador de mis hijos,

agradecido ahora sé,

que son poemas escritos para siempre,

seres llenando sus propias páginas.