Del libro La Vida es Viviendo
Como el viento conquista a las aves que lo vuelan
y el alma del artista enamora dulcineas,
así como la paz de palomas se rodea,
o la noche tranquila seduce a las estrellas.
Con el tiempo en sigilo de algún reloj de arena,
o el preso que vencido descuenta su condena,
con la espera que esperan los sueños que se sueñan,
o las tardes tranquilas que en las noches se estrellan.
Así como el destino amó la historia entera
y hoy anda en el camino besando historias nuevas,
entre el temor y el riesgo el día se hace fecha
y pasa lo que pasa a aquel que reza y peca.
Entre tú y yo la vida se vive en primavera,
así el verano incauto atice nuestras penas,
sos sangre de mi sangre, amor de mi alma entera,
tan solo por un beso resisto la condena.
Yo esperaré paciente a que el miedo se muera,
o a que el Dios de los cielos dé amnistía de penas,
quizás si en la otra vida o en el cielo hay espera,
nuestras almas se atrevan a amar… como en la tierra.