Edu OZ

AZUL

Me sumerjo en un azul profundo,

con estrellas y algas

mientras escucho un blues

que me mira con ojos tristes,

que tiene guardado en su alma de coral,

sueños azules y diligentes,

un azul de dolores y esperanzas,

que crecen como árbles de raíses de mármol y miel.

 

Me sumerjo en un azul,

que me mira con recelo,

cuándo camino o cuando duermo,

yo me despierto en sus profundidades,

dejando que el dolor me traspase

pero no me desgarre,

 que me rompa

pero no me despedace porque

este es un azul profundo 

un momento

de dolor,

de señirse las sienes,

de domar el caballo blanco,

para que me lleve a un lugar mejor,

de escuchar con los oídos bien

abiertas verdades que aunque nos duelan,

nos permitan crecer en una dirección correcta,

un camino que no se tuerza con cualquier brisa

que pretenda ser uracán,

porque un corazón bueno no le teme al dolor,

cuándo el dolor trae consigo sabiduría,

que aunque se aprenda con lecciones duras,

suaviza el alma y la fortalese.