Que no hable el necio y profane,
la hermosura de su belleza,
Pues el perro no escudriña en la
zanja por vil pereza.
Ellos son ciegos de su historia
y cuerpo del cual somos labriegos,
Pues ellos no beben agua solo para
llenar su bolsa se ego.
Eliza reconfortate los aureos
y letreos caminos te buscaron,
Pues quién más si no tu piel
busco las letras que en ella te enamoraron.