Rosa Maria Reeder

La entraña de ese mundo

Me he bañado de la nostalgia del cielo
de los ángeles galopando sus alas
en la luz del día que derrocha
y el sereno canto de las aves.  

 

Me llama la entraña de ese mundo
el santo vuelo de su aire
que mece los árboles
donde los frutos nacen con tocarlos.  

 

Mis ojos buscan el encuentro con Dios
un semblante vivo que contempla su divinidad
en el lago de su mirar.  

 

El sendero de llegada  de una dulzura celestial
donde se fecunda la gracia de su paraiso
de su origen y misterio.  

 

El final de un peregrinar
donde la luz y su fragancia
consagran el tiempo de amor resucitado.      

 

Rosa Maria Reeder

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