Acepta mi invitación amor,
de poder recorrer y conocer
este mar de piel lleno de pecas,
que al contarlas disfrutes del buen placer,
y constelaciones crees en mi ser.
Ven, tienes mi permiso
de hacer y deshacer a este ser
que busca satisfacción
más allá de un simple querer.
Por favor, no dudes en intentar;
sé que tu mente imagina
tus dedos sobre estas lágrimas
que ansían tu tacto,
que ansían ser calmadas
por una aceptación,
que tú, amor, nunca has podido dar.
Aunque un encuentro efímero sea,
te suplico, no desvíes la mirada,
no me dejes desesperada.
Oh, querido, solo por esta noche...
acepta mi invitación.