La oculto, pero a veces se presenta
cuando bajo la guardia ante mi nietas
entonces rie y canta, hace piruetas,
lame un helado y se la ve contenta.
Como entonces, curiosa y caprichosa
sale intacta a la luz con desparpajo;
es la niña interior, que con trabajo,
mantengo en mí y vive aún dichosa.
Se me escapa saltando en horcajadas
a la grupa de alegres carcajadas
y abre grandes sus ojos de inocencia.
Otras veces se abraza a mí con ansia
por un triste recuerdo de la infancia
y la acuno, feliz con su presencia.