Ron Alphonso

Luisa Fernanda

 Luisa Fernanda

 

Justo hoy hace 36 años, llegaste a mi existencia.

Te había esperado, como si siempre hubieras estado.

Cuando te ponías inquieta, colocaba mi mano, suavemente...

en el vientre que te albergaba y bien pronto te dormías.

Llegaste de madrugada, en pleno mes de vientos.

Acostumbrada siempre a destacarte a donde fueras.

Con solo 8 años, subiste a las tablas y en solo dos minutos,

lograste más aplausos que los demás, en una hora.

Pero eso solo fué una muestra de compinchería con papá,

lo tuyo sería terminar los estudios con total excelencia

y por encima de las demás sesenta compañeras.

La facultad de medicina, de la universidad militar te esperaba,

aún recuerdo las palabras que te dije al tomarte juramento

como oficial del ejército Colombiano: “La patria me ordena entregarte esta arma

para que la defiendas, pero sabes muy bien que tu deber, es salvar vidas.”

Con gran sacrificio culminaste estudios y te fuiste a hacer prácticas, lejos de casa.

Navidades atendiendo enfermos y rodeada de gasas, alcóholes y vendas,

pero siempre con la alegría y sastisfacción del deber cumplido.

Decidiste marchar fuera de la patria, para reafirmarte como médico del mundo,

ya son seis años en Portugal... recibiendo bebès o medicando abuelos,

saludando a la vida y despachando a la muerte,

siempre con la misma sensibilidad, que te hace llorar por una u otra causa.

Y ahí vamos, con los cuerpos lejos, pero las almas juntas.

Extrañando abrazos y disfrutando triunfos,

viviendo angustias, combatiendo males y durmiendo a cuotas.

Y como lo prometimos algún día... robándole sonrisas a la vida,

para repartirlas entre los tristes, que a diario pone Dios en el camino.

Sigue con entereza tu transcurrir, realiza tus proyectos y vive...

solo eso... vive, somos pasajeros de este trén que es la vida

y cada uno se baja en la estación que le marca el azar,

pero no por ello nuestro viaje varia, ni en el destino, ni en el tiempo.

Si no hay otra vida, para que nos preocupamos y si la hay, allá nos veremos.

Que tengas un feliz cumpleaños, mami.


Ron Alphonso

23 de agosto de 2017