Acabo de disipar las densas nubes
Que ocultaron por un buen tiempo
Una realidad sigilosamente encadenada a mí,
Aprehendida por mi consciencia paulatinamente.
Me gusta llamarla \"la bastarda realidad\", \"la maldita incertidumbre\"
Y en ocasiones, \"la duda insensible\".
Es una realidad, a la que sin intensión directa,
La había estado ignorando. Hasta hoy.
Resulta ser que en mi consciencia,
En todo lo que soy,
Yace una duda, yace anclado
Un preguntar constante, un divagar
En busca de una sola respuesta.
Respuesta que, en caso de ser hallada,
Me dejará avanzar por fin.
Y es que esta inquietud constante
Se apoderó de mi lógica innata
Hasta tal punto de obsequiarme una vista gorda y testaruda.
Me silenció los oídos
Y me ató de manos y pies.
Cuando su luz por fin empezó
A atravesar la niebla pesada,
Me acogió con más fuerza.
Ahora me acompaña de cerca.
Y no es que antes me hubiera dejado solo,
Sino que hoy caí en la cuenta de su presencia.
La veo detrás mío, dibujando mi silueta
Cada vez que la luz del sol me golpea en el cuerpo.
Me saluda sonríendo cuando me veo al espejo,
Y le veo en la puerta de mi habitación
Aguardando mientras el sueño al fin me vence.
Así ha ocurrido desde que tú apareciste.
Sólo que ahora soy consciente de mi dudar.
¿Acaso estoy condenado a la incapacidad de obtener una respuesta certera?