Me olvide de quién era, lo que pensaba,
los preceptos y lo que debía hacer...
me dejé llevar por impulsos y ganas,
adrenalina y deseo... cómo quieran llamarle.
Me despojé de la ropa y desnude el alma,
sin vergüenza me di sin pensar en caer.
Creí sus mentiras sólo por creer,
Inventé un mundo de utopías, por él;
Sabiendo que todo terminaría, así debía ser.
En sus manos moría, y volvía a renacer;
aún desfallesco por él, sabiendo lo que es,
mi tortuoso lamento disfrazado de placer.
Hubiera sido todo lo que deseará encontrar,
Pero él, sólo quería con mi cuerpo jugar.
Despertó mi ser vibrante y mi libido elevó,
Y yo, quería mostrarle todo lo que podía dar,
Pero sólo eran mis carnes la causa de su estar,
En él sólo existía el vanal y primitivo deseo.
No me quedó nada... sólo lo que imaginé;
Fuimos entidades encontrandas para satisfacer,
buscando y descubiendose porqué hay piel...
Tras las puertas dejaba la decencia y educación,
Pensando que encontraría aquello que soñé,
Así dabada paso a mi insolencia y perversión.
Y apesar de tanta destrucción cuando se marchó
Necesitaba que volviera para su redención.
No lo lamento fue mi muerte y mi renacer,
porque me di cuenta que en mis carnes,
Y frente al espejo había una mujer.
Solo pido no olvides te entregué mi ser.
Escrito 04.10.2016
Modificado y editado 11.02.2018