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LA CRUEL INDIFERENCIA

LA CRUEL INDIFERENCIA

Tiraste el anzuelo para atrapar mis versos
al torrente ardiente de tu propia sangre
como toda una buena pescadora
deseosa de sentir el calor de mis palabras
sólo para calmar tu hastío

Me devolviste una cesta de desechos
de corazones ahogados, prisioneros del silencio
lleno de náufragos flotando a la deriva

No te importáron mis poemas, ni mis rimas
para pescar mariposas en tus oídos

Me dejaste hablando sólo en ese mar inmenso
nunca pensaste en el dolor que causarías
al dejar huérfana de amor mi triste mente

Al final sólo deseabas exhibir tu presa
y mis palabras se quedaron flotando
en la más cruel indiferencia

Mejor no me leas,
y si quieres no me escuches

No me conozcas más por mis palabras
pues yo no existo en tu mundo frío

Sólo soy un poeta solitario que se posa
en corazónes que palpitan de amor
y no en cadáveres que aún viven todavía