“Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana.”
Pablo Neruda.
Mis ojos aran la tierra en busca de tus raíces.
Mis neuronas excitadas vuelan en lo fugaz de un deseo.
Algo lejano me conmueve
quizás sea esta sed de ti que ahoga mi garganta,
tal vez el destino… que obliga.
Te busco, enredado en un incierto pretérito
en el futuro que será presente,
en el libre albedrío,
en las noches blancas,
en la lejanía de un encuentro.
En los vitrales de la ciénaga,
aun cuando la lluvia no cesa.
Entre las hojas cuando caen en las redes de mi barca… te busco,
entre las gotas del rocío que quiebran la garganta.
En las huellas de un atardecer.
En la quietud del crepúsculo,
en el canto de una ballena,
en el vórtice de un volcán,
en la ternura de unos labios
bajo el viejo framboyán
donde el tiempo al azar grabó historias de amor.
Te busco entre los cisnes de un lago,
en el misterio de una rosa.
Donde el mar agota sus lágrimas y las olas no alcanzan.
Te busco entre la gente,
en el campanario de una iglesia,
en la angustia de perderte.
Te busco entre mis razones en mi sangre de poeta.
Te busco porque te busco y ni siquiera lo cuestiono,
porque al hacerlo tiemblan mis venas
y el alma se me aquieta.