Una mirada perdida encontrada por el deseó, un sueño el cual sigue en fantasía dejando al borde a la realidad, pecados vueltos historias majestuosas donde protagoniza el recuerdo de las noches, y un sin fin de engaños al seguimiento de pasión.
El tiempo que se pierde a sí mismo en la locura, la frialdad de la noche acompañada de la melancolía, versos cobardes envueltos en escritos, terminando con besos de fuego que solo queman a la memoria.
El querer mentirnos para estar bien, amando si realmente amar, sonrisas que permanecen para no recibir preguntas, y preguntas que fueron hechas para botar la ausencia de la cordura.
Seguir en pie tras de tu espera, sin que sea importante el qué dirán, fuego entre miradas apagados por el contacto de las palmas, dejando un camino de cenizas que me guía a tu paraíso.
Guiarnos para perder el juicio y seguir con una aventura, perder la insertidumbre cuando aprendamos a querernos, aceptar el deseo y desearnos más tras cada paso que demos, y terminar juntos hasta que nos llegue a separar el mismo tiempo.