Siempre quise ser bien grafiada
mas eso quitaba mucho de mi significante.
Siempre quise ser bien pronunciada
sin líneas tortas, en letras doradas.
De repente, vino el desespero
de ser sólo una letra más
cayendo en destierro.
Lengua muerta, arcaica, sin contenido,
sin importancia.
Ahora quiero ser la mal hablada
diciendo todo lo que da en la teja.
libertad que no se compra
por lo menos a mí se asemeja.